Algo imprescindible que debemos saber es que nuestro padre celestial nos da pruebas para que nuestras debilidades se conviertan en fortalezas.
En mi caso una de las cosas mas difíciles de cambiar en mi vida luego de mi bautismo fue el día de reposo. Muchas personas lo pueden ver como algo simple, pero es mas que eso.
Si bien en el día de reposo nos abstenemos de hacer compras o trabajar, esto no significa que debemos quedarnos en nuestras casas durmiendo.
El día de reposo es el día en el cual:
● Nos congregamos en las capillas para aprender mas sobre el evangelio y tratamos de llevar investigadores.
● Tomamos la santa cena, renovamos los convenios que realizamos al bautizarnos, nos arrepentimos de las cosas incorrectas que hicimos esa semana en oración personal y nos comprometemos con Dios a dejar de hacerlas.
● Si hay bautismos nos quedamos para presenciarlo y darle una calurosa bienvenida al nuevo miembro.
● Nos centramos en edificar el reino de Dios haciendo visitas, obras de servicio, leyendo las escrituras, teniendo buen animo y concentrándonos en ayudar al prójimo.
● El primer domingo del mes ayunamos y pagamos el diezmo.
Yo se que somos muy bendecidos cuando cumplimos con lo que nuestro padre celestial nos manda. Se que nos manda pruebas para nuestro beneficio. Creo con todo mi corazón que hacer lo justo nunca es un sacrificio y que nunca es tarde para cambiar. Hay alguien que nos ama siempre, con nuestros errores y faltas, y nos perdona si somos sinceros y queremos ablandar nuestro corazón.
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