Al principio tuvimos algunas dificultades organizando el campamento, pero gracias a el esfuerzo y las oraciones de nuestros lideres pudimos llevar a adelante esta actividad.
El campamento se realizo en Moreno, Buenos Aires, Argentina y duro 3 días. El primer día cuando llegamos hicimos actividades "rompe hielo" para conocer y hablar mas con jóvenes de otros barrios y divertirnos. Participamos de varias charlas acerca de seguir con nuestros estudios después del secundario, peligros escondidos, servir una misión de tiempo completo, hacer que nuestra meta sea una familia eterna sellada en el templo, entre otras cosas.
A la noche hubo un baile en
el cual nadie se quedo sentado, comimos pizza y nos divertimos sanamente.
La fogata definitivamente fue una de las cosas mas divertidas
que hicimos ya que cantamos, actuamos, contamos
historias de terror y jugamos todos juntos.
Este campamento en particular me recordó a mi primer
campamento, en el cual siendo investigadora pude sentir
el espíritu en mi corazón testificando que la
iglesia era verdadera y que debía bautizarme, ya que a otra
persona le paso lo mismo en este. Estoy muy feliz de poder vivir todas estas
experiencias y estoy agradecida por todas las dificultades y todas las
bendiciones.
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AMO los campamentos, el espíritu que se puede sentir en cada actividad me testifica acerca de cada parte del evangelio. Esta experiencia nos unió y nos fortaleció espiritualmente. Conocí gente maravillosa e hice amigos eternos.
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